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¿QUÉ ES EL TABAQUISMO?

El tabaco es una planta de gran porte y grandes hojas con flores blancas, rosadas, rojas o verdes utilizada incluso como adorno.
Sin embargo, pese a esa inocente apariencia, en su composición se han detectado ya mas de cuatro mil quinientas sustancias diferentes.
Alguna que otra inocente, como el agua, pero la mayoría, tóxicas o altamente tóxicas y, al menos, 53, claramente productoras de cáncer.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), en la última edición de la clasificación Internacional de las enfermedades, ha catalogado al tabaquismo y a la dependencia al tabaco como una enfermedad crónica y adictiva.
El tabaquismo no solo es una enfermedad, sino también un problema con claras implicancias sociales, económicas y políticas.
El fumar es una adicción aceptada socialmente, como ocurre con el alcoholismo.
Los cigarrillos y otras formas del tabaco son adictivos. La sustancia que causa la adicción es la nicotina.
Los efectos de la nicotina pueden ser euforizantes – estimulantes o sedativos – ansiolíticos. Ello produce sensación de placer lo cual origina el desarrollo de la dependencia.
El tabaco es la primera causa prevenible de mortalidad y morbilidad prematura en países industrializados; produce el 38% de las muertes prevenibles.
Se ha calculado que en los países industrializados el tabaco es el responsable de dos millones de muertes anuales. De ellas, la mitad se producen entre los 35 y 65 años.

 

 

¿QUÉ ENFERMEDADES CAUSA?

  • Enfermedad respiratoria
  • Cáncer
  • Enfermedad cardiovascular

Enfermedad Respiratoria:

El tabaco produce lo que se denomina Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) que es una combinación en diferentes grados de bronquitis crónica y enfisema pulmonar, el cual, dejado a su evolución, lleva a una disminución de la capacidad pulmonar y a insuficiencia respiratoria.

Cáncer:

El cáncer de pulmón es la principal causa de muerte por cáncer en países industrializados en el varón.

Desde 1987 en EEUU es también la primera causa de cáncer en la mujer, superando incluso el cáncer de mama. El 80% de los cánceres de garganta está asignado a fumadores.

Los cánceres de boca, lengua, labios, estómago, vejiga e intestino también están asociados al tabaco.

Enfermedad Cardiovascular:

El tabaco produce efectos agudos en el sistema cardiovascular como la elevación de la tensión arterial, aumento en la frecuencia cardíaca y alteraciones del ritmo.

 

Cardiopatía isquémica:

Se ha demostrado que el tabaco aumenta el riesgo de patología coronaria, infarto de miocardio y muerte súbita.

La incidencia del infarto de miocardio es seis veces mayor en las mujeres, y tres veces en los hombres que fuman al menos 20 cigarrillos por día.

Enfermedad Arterial Periférica:

Clínicamente se denomina claudicación intermitente que consiste en dolor en las pantorrillas con el esfuerzo que desaparece con el reposo pudiendo llegar incluso a la muerte de los tejidos de las piernas.

Enfermedad Cerebrovascular:

El tabaco también es un factor de riesgo para padecer una trombosis cerebral.

Los fumadores tienen dos a tres veces más probabilidad de tener una trombosis cerebral que los No Fumadores.

El riesgo de padecer cualquiera de estas enfermedades aumenta con la duración y la intensidad del consumo del tabaco.

¿QUÉ ES SER UN FUMADOR PASIVO?

Es la inhalación involuntaria del humo del tabaco existente en espacios cerrados que procede de la contaminación del ambiente producida por el humo del tabaco consumido por las personas fumadoras (domicilio y trabajo).

Se estima que una persona encerrada durante 5 horas en una habitación de 30 metros cuadrados de superficie, en la cual se fumasen dos cigarrillos a la hora, estaría sometida a una exposición equivalente a fumar un cigarrillo.

¿Si soy un fumador pasivo, tengo el mismo riesgo de enfermedad que un fumador?

Si. Puede tener las mismas enfermedades que un fumador activo.

¿CÓMO DEJAR DE FUMAR?

Para dejar de fumar se debe tener en cuenta que existen:

  • La adicción física
  • La adicción psicológica o “hábito”

Las dos claves para dejar de fumar exitosamente son:

  • Compromiso
  • Preparación

El hábito de fumar va unido a una variedad de situaciones (estrés, llamada telefónica, toma del aperitivo, ingesta de alcohol, después de las comidas, café, conducir, etc.)

Cuando un fumador es capaz de reconocer estas situaciones debe sustituirlas por conductas alternativas que no le recuerden el acto de fumar, lo cual le será beneficioso para conseguir el abandono.

ES IMPORTANTE:

  • Reconocer que el fumar es una adicción
  • Reconocer que el fumar una cantidad menor u otro tipo de cigarrillos es una opción
  • Encontrar la razón personal más importante para dejar de fumar
  • Reconocer que vencer la adicción al cigarrillo conllevará un esfuerzo
  • Motivarse pensando que si otros dejaron de fumar uno también puede hacerlo
  • Conseguir ayuda y consejo médico.

¿QUÉ PUEDO SENTIR SI DEJO DE FUMAR?

Los síntomas de abstinencia pueden incluir cualquiera de los siguientes:

  • Depresión
  • Irritabilidad
  • Dificultades para concentrarse
  • Dolor de cabeza
  • Aumento del apetito
  • Sentimiento de frustración e ira
  • Dificultades para dormir
  • Inquietud
  • Cansancio

 

Estos síntomas molestos hacen que la persona empiece a fumar de nuevo una cantidad de cigarrillos suficiente como para elevar los niveles de nicotina en la sangre al nivel en que esta se encontraba anteriormente, cuando no tenía los síntomas.

¿CUÁLES SON LOS TRATAMIENTOS?

Puesto que la dependencia que genera la nicotina es de naturaleza psicológica y también farmacológica se ha utilizado:

  • Un enfoque educacional proporcionando información al fumador sobre los peligros del tabaquismo para la salud y los beneficios que comporta el dejarlo.
  • Un enfoque conductual: utilizado técnicas como la terapia de aversión, técnicas de refuerzo positivo y terapia de grupo (modificación de conductas).
  • Un enfoque farmacológico: aplicando una terapia sustitutiva ya sea con o sin nicotina.

La combinación de las distintas modalidades de tratamiento mejora los resultados. Para el empleo de las distintas terapias se aconseja el control médico.

GRANDES MITOS

  • El tabaco produce euforia, felicidad, etc.

Efectivamente la nicotina actúa sobre el sistema límbico, centro del placer. Es, de alguna manera, un proceso antinatural, por lo que lleva un precio aparejado, como cualquier otra droga más o menos ilegal.

En realidad, la resultante es la disminución de la atención por falta de oxigenación adecuada.

El estímulo va seguido de depresión y fatiga, situación que lleva al toxicómano a buscar más nicotina.

  • Se dice que el tabaco quita el hambre

Efectivamente, aunque más bien lo que hacer es adormecerla. Pero, si se piensa con inteligencia, realizar una dieta adecuada sería más sensato.

  • Se dice que el tabaco potencia la memoria y el olfato

La disminución de la oxigenación cerebral perjudica la capacidad de retención y memoria. El gusto y el olfato se ven disminuidos por daño celular.

  • Se decía que el tabaco protegía contra el mal de Parkinson y el de Alzheimer

Estudios posteriores han revelado que ello es simplemente falso.

  • Conocemos mucha gente que fuma que “murió de otra cosa”

Es muy probable, pero debe tener en cuenta que sus posibilidades de tener cáncer de pulmón, entre otros, es 10 veces mayor en relación al que no fuma.

CONSULTE A SU MÉDICO

LOS BENEFICIOS DE DEJAR DE FUMAR

  • Las personas que dejan de fumar, independientemente de sus edades, viven más que las personas que continúan fumando.
  • Los fumadores que dejan de fumar antes de los 50 años de edad tienen la mitad de los riesgos de morir en los próximos 15 años comparados con aquellos que continúan fumando.
  • Dejar de fumar disminuye significativamente el riesgo de cáncer del pulmón, laringe, faringe, esófago, boca, páncreas, vejiga y cuello uterino.
  • Los beneficios de dejar de fumar incluyen la disminución del riesgo de contraer otras enfermedades significativas, incluyendo las enfermedades coronarias, pulmonares y cardiovasculares.

SUGERENCIAS

  • Durante los primeros días después de dejar de fumar, pase el mayor tiempo posible en lugares en los que fumar esté prohibido, por ejemplo: bibliotecas, museos, teatros o iglesias.
  • Tome grandes cantidades de agua y jugos de frutas
  • No consuma alcohol, café ni otras bebidas que usted asocie con fumar.
  • Entable una conversación en vez de encender un cigarrillo-
  • Si extraña la sensación de tener un cigarrillo en su mano, juegue con otra cosa, por ejemplo: un lápiz, un clip, etc.
  • Si extraña el tener algo en su boca, intente con palillos de dientes, palitos de canela o apio.
  • Evite la tentación, manteniéndose alejado de las situaciones que asocie con el placer de fumar.
  • Encuentre nuevos hábitos y construya un ambiente de no fumar a su alrededor.
  • Evite recaer en el hábito al prever situaciones/ crisis futuras que pudieran llevarlo a fumar y ratifique sus razones para no ceder.
  • Tome aire lenta y rítmicamente, como si estuviera fumando, para así relajarse.
  • Recuerde su meta y el hecho de que sus ansias pasarán eventualmente.
  • Tenga pensamientos positivos y evite los negativos.
  • Cepíllese los dientes.
  • Haga rondas breves de ejercicios (ejercicios isométricos, flexiones de pecho, flexiones de rodillas, suba las escaleras o tóquese los dedos de los pies).
  • Llame a un amigo que lo apoye.
  • Coma varias comidas pequeñas. Esto mantiene niveles constantes de azúcar en la sangre y ayuda a prevenir el deseo de fumar. Evite comidas dulces condimentadas que puedan provocar el deseo de un cigarrillo.
  • Ante todo, recompénsese a sí mismo. Planee hacer algo divertido como premio por hacer su mejor esfuerzo.

SI LA ANSIEDAD AUMENTA

  • Mantenga sustitutos orales a mano: zanahorias, pepinillos, manzanas, apio, pastas o chicle.
  • Respire profundamente 10 veces, aguante el último respiro mientras enciende un fósforo. Exhale lentamente y apague el fósforo. Pretenda que es un cigarrillo y póngalo en un cenicero.
  • Tome una ducha o un baño si es posible.
  • Aprenda a relajarse rápida y profundamente. Relaje sus músculos, visualice una situación tranquilizante y placentera y olvídese de todo por un momento.
  • Concentrase únicamente en esa imagen pacífica.
  • Encienda un incienso o una vela en vez de un cigarrillo.
  • Nunca se permita pensar que “uno no me hará daño”, porque sí se lo hará.